Casi un 50%. Esa es la tasa de paro juvenil que España tiene es estos momentos. Dobla a países como Reino Unido y Francia por no hablar de Alemania que se mostró dispuesta hace unos meses a recibir 500.000 profesionales extranjeros cualificados. Con estos datos no es de extrañar que los jóvenes españoles estén de uñas y absolutamente desmotivados de cara a su futuro profesional. La pregunta es, ¿que pueden hacer ELLOS por su propio futuro? Confiar en que “ya pasará” o que los políticos nos arreglen la situación no nos parece una actitud adecuada.
Es cierto que esta es una crisis especialmente dura, pero también es cierto que los jóvenes nunca lo han tenido fácil para desarrollar un trabajo acorde a su formación, especialmente los universitarios. Las universidades arrojan cada año al mercado miles de recién titulados con un desconocimiento absoluto de lo que es la economía real y con una falta de experiencia total. Ante una oferta tan grande y una demanda tan débil, ¿quién es el afortunado que es elegido para ocupar una de las pocas plazas ofrecidas? Pues aquel que está mejor formado. ¿Y qué quiere decir estar mejor formado? ¿Tener el mejor expediente académico? Ese es el error, pensar que SOLAMENTE con un brillante expediente académico se abrirán las puertas.
Vivimos en un “país” llamado Europa y en un mundo globalizado. Nos puede gustar o no, pero es lo que hay y el futuro profesional no puede pensar en que su trabajo estará en su ciudad, ni siquiera en su país, sino que puede estar en Berlín, Londres, Pekin o Estocolmo y en todos esos países no se habla nuestra lengua. Si no estamos preparados para hablar otras lenguas, nuestro estupendo expediente académico no servirá de nada.
Esta crisis, como todas, pasará y entonces las empresas buscarán a los profesionales más formados, es decir, con un buen expediente, conocedores de una o dos lenguas distintas de la suya, que sean proactivos, que se hayan preocupado en buscarse la vida en vez de estar lamentándose de su situación, que hayan viajado, que hayan trabajado duro, que conozcan otros países y cómo se trabaja en ellos, habiéndose esforzado al máximo para despuntar entre la masa y no ser uno más.
IDEX puede ayudarte a ser uno de estos. Deja de lamentarte. Esa actitud no conduce a nada positivo. Fórmate, aprovecha tu tiempo libre para viajar y trabajar…donde sea y adquiere una experiencia y una formación que tu futura empresa, sea del país que sea, valorará.